lunes, 25 de marzo de 2019

Pan de molde (sin lactosa)


¡¡¡Otra vez por aquí!!!!

Tal y como os dije ya he podido cerrar un poco el tema de alergias e intolerancias, ya estoy de nuevo de vuelta por España, y con piso totalmente organizado, así que he podido volver a mis rutinas de cocina, experimentos y aprendizaje.

Hace bastante tiempo empecé a probar a hacer mis propios panes caseros, de hecho tenéis varias recetas ya publicadas en este blog,  como los molletes de Antequera, el pan de hamburguesas ó mi masa para pizzas. Y como seguía con el gusanillo decidí comprarme mi primer libro para panes caseros, por supuesto no dudé en elegir el de Iban Yarza "pan casero". 

Así que me "estudié" los capítulos de harinas, ingredientes, y forma de elaboración, y decidí que mi primera prueba sería con el pan de molde. Debo admitir que hice algunas modificaciones según iba viendo textura de masa y facilidad de amasado. Pero el libro no lo cerré hasta que no saqué el pan del horno. 

No dudéis en buscarlo en internet, en ver sus vídeos, sus explicaciones, y sus recetas, ¡¡es lo más!! Y yo para no enredaros más os escribo los ingredientes que usé y ya sabéis, ¡¡probad a hacerlo porque no os defraudará!! Al contrario, yo sigo teniendo rebanadas en el congelador y ya me están pidiendo que haga más para que SIEMPRE tengamos a mano...

Ingredientes para 15-18 rebanadas.
-400 gr de harina de fuerza (elegí marca Gallo por su cantidad en proteína)
-75 gr de harina bio integral (la compré en Lidl)
*Podéis usar solo harina blanca, yo usé bio integral porque quería hacer la prueba con ambas harinas y observar resultado.
-8 gr de sal
-15 gr de azúcar
-5 gr de levadura seca de panadero
-175 ml de leche sin lactosa semi
-125 ml de agua
-40 gr de mantequilla sin lactosa (yo usé ligera de Asturiana)
Elaboración: 
Lo primero y más importante es tener todos los ingredientes a temperatura ambiente, asi que prepararemos todo con minimo 1 hora de antelación (sobre todo los líquidos).

En un bol ponemos todos los sólidos, los dos tipos de harina, la sal, el azúcar y la levadura y removemos con una cuchara. 

Añadimos la leche*, el agua* y la mantequilla y removemos.

*Es MUY aconsejable, aunque yo haya puesto las cantidades de líquido, que reservemos un poco (tanto de leche como de agua) y sólo la añadamos en caso necesario. Quiero decir, dependiendo de la harina que uséis absorberá más o menos líquido, por lo que puede ser que no necesiteis todo el líquido que yo tuve que poner. Es mejor no poner líquido que luego tener que rectificar con la harina, ya que el porcentaje de levadura se pone dependiendo de la cantidad de harina.

Cuando tengamos todos los ingredientes juntos, amasaremos durante 5 minutos hasta obtener una masa fina, homogénea y lisa. Si os cuesta trabajo amasar, hacedlo en reposos, amasaremos un par de minutos, dejamos reposar 1 minuto, y así sucesivamente hasta conseguir la masa lisa que necesitamos. Haremos una bola con ella.

Pincelamos un bol con aceite y dejaremos la masa levar hasta que duplique su tamaño. Aquí aún no está haciendo mucha calor, y mi masa necesitó 5 horas (no sólo por la temperatura sino también porque usé harina integral que hace que la masa leve más despacio).  Dejad pasar unas 2 horas e ir comprobando y observando.

Ya duplicado el tamaño, desgasificamos la masa y se divide en tres partes iguales, formamos 3 boles tensionando la masa. 

Pincelamos el molde con aceite de oliva por todos lados, y ponemos las tres bolitas de masa a levar. Lo que yo hice fue dejar la masa 1 hora a temperatura ambiente, y tras eso, la tapé con papel film y la metí en la nevera durante 14 horas.
Ya pasado ese tiempo, la sacamos de la nevera, la dejamos a temperatura ambiente por unos 45 minutos, y mientras vamos precalentando el horno a 220º. Observareis que ha subido considerablemente de tamaño.
Pincelamos la masa con leche y lo metemos al horno ya caliente, con calor arriba y abajo durante 30 minutos. Luego bajamos a 200º y lo dejamos 10 minutos más. Si véis que el pan se tuesta demasiado se puede tapar con papel de aluminio para que se os queme.

Pasados los 40 minutos, desmoldamos, y ponemos sobre rejilla a 180º dorando todos los laterales poco a poco.

Y cuando lo tengamos listo, ya solo bastará dejarlo enfriar dentro del horno con la puerta apagada durante 6-8 horas antes de cortar. Sé que será difícil esperar, pero ya veréis que merecerá la pena.

Es un pan de molde jugoso, muy muy tierno, crujiente por fuera y delicioso tanto para tostas, tostadas, sandwiches, para lo que queráis...

Es perfecto para rebanar, congelar y cuando queráis usarlo bastará con sacarlo y dejarlo a temperatura ambiente durante 15-20 minutos. También podéis pasar directamente del congelador al tostador y queda DELICIOSO. 


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