Esta entrada quiero dedicársela a mis compañeras de "1 reto, 52 semanas". Por "su culpa" me estoy convirtiendo en una aficionada a las masas levadas. Como ellas dicen: en una verdadera panarra.
Todo empezó con el reto de las legumbres, me decidí por hacer unas hamburguesas de lentejas, y ya para colmar el reto, me atreví haciendo también los panecillos caseros. Hice una receta de pan que a pesar de que nos gustó mucho en casa no nos terminó de convencer, porque se parecían más a unos bollitos de pan normales y no a los tiernos y jugosos panes de hamburguesa que venden en los super.
Como siempre, después de probarlos, lo comenté en el grupo y una de las compañera me pasó esta receta y un paso a paso perfecto con el que pude hacer unos panes de hamburguesas que no envidiaban para nada a los que venden en los super. Esta vez sí, esta vez conseguí hacer lo que yo buscaba.
De hecho, podría confirmar, que hasta quedaron mejor que los que podemos comprar. Eso sí, al no llevar nada de conservantes no duran más de tres días frescos, pero para eso hay arreglo. Nada más terminarlos de hacer, los dejamos enfriar y los guardamos en un tupper en el congelador. Cuando los necesitemos bastará con sacarlos un par de horas antes, y estarán como recién hechos. Os lo aseguro, lo he probado y siguen estando espectaculares.
¿Queréis atreveros a hacerlos? Os lo aconsejo totalmente, y como siempre digo, "si yo lo hago, todo el mundo puede hacerlo", eso sí, hay que tener mucha paciencia para respetar los tiempos de levado.