Lo prometido es deuda, y ya que os ha encantado la foto que os enseñe de estos rosquitos en mi fan page, no podía dejar de pasaros la receta.
Ahora sí que no tenéis excusa para poneros manos a la masa y hacerlos. Estoy segura que tenéis todos los ingredientes necesarios en casa, porque son MUY comunes.
¿Os suena eso de coger una receta y que ponga "un pelín", "un chorrito", "harina la que admita"? Pues eso fue lo que me pasó a mí cuando pedí esta receta a mi tía. Es quién guarda entre oro y paño los apuntes de todas nuestras recetas familiares. Pero no os preocupéis que yo fui midiéndolo todo para que ahora a vosotros os sea más fácil.
Me encantan estas recetas típicas de siempre, de nuestra infancia, de las que te traen recuerdos a la mente, olores y sonrisas. De las que se disfrutan solo con el placer de hacerlas.
Así que venga, coged rallador, bol, bascula, cacerola y una espatula y estos ingredientes.... y ¡¡¡manos a la masa!!! Prometo que no ensuciareis mucho...
Ingredientes: para unas 14 unidades
-250 gr de harina
-8 gr de levadura química (de la tipica Royal)
-1 cucharadita de canela molida
-Ralladura de un limón pequeño
-4 cucharadas de azúcar
-2 cucharadas de aceite de girasol
-1 huevo pequeño
-150 ml de nata
-Aceite para freir y azúcar para rebozar
Elaboración:
En un bol ponemos la harina, la levadura, el limón rallado, la canela y el azúcar. Removemos todo con una cuchara.
Hacemos un agujero en el centro a modo de volcán y añadimos el aceite, el huevo y parte de la nata. Vamos removiendo. Cuando todo el liquido sea absorbido, vamos echando más nata.
Nota*: aqui en Reino Unido, la harina normal de trigo absorbe MUCHO liquido, de ahí que os diga que no pongáis toda la nata, y la vayáis añadiendo según vaya absorbiendo.
La masa debe quedar suave, homogénea, y solo un pelín pegajosa (perdón por lo de "un pelín").
Cuando ya la tengáis dejadla reposar mientras se va calentando el aceite en la cacerola para freírlos. Yo usé aceite de girasol, pero vosotros podéis optar por uno de oliva suave también. Cuestión de gustos.
Recordad que el aceite debe estar caliente pero no excesivamente caliente, ya que si esta muy caliente se doran pero se quedan crudos por dentro, tampoco muy frío porque tardaran mucho en freírse y se empaparan. ¿Cuál es mi consejo?
Yo lo puse en mi hornillo al 6 (tengo del 1 al 6), cuando empezó a hacer pequeñas burbujitas, lo bajé al 5 y empecé a freír. De todas formas, probad con uno, cuando esté doradito, lo sacais y lo partís por la mitad. Veréis si necesita mas tiempo ó si ya está perfecto. Y os guiais por ese primero.
Para formarlos poned un pelin de aceite en vuestras manos, coged una pequeña porción de masa, hacéis una bolita y luego formáis un churrito alargado, unid las dos puntas y ya tenéis el rosquito. No coged mucha masa porque luego en la sartén crecen bastante. Yo pesé uno de los rosquitos y pesaba 29 gr. Pero sólo pesé UNO. Los demás son similares (asi que rondarán entre 5 gr arriba ó abajo).
Otro consejito: no pongáis muchos rosquitos a la vez, yo los hice de tres en tres, porque al crecer no quería que se me rompieran, ni que el aceite se enfriara en exceso. (El cazo que yo usé para freírlos es de 22 cm).
Ya cuando estén fritos, los sacáis con cuidado, los poneis en papel absorbente unos segundos y los rebozáis en azúcar. Y listos, ya sólo tenéis que dejarlos enfriar para poder comeroslo. Aunque apuesto que no esperareis para probarlos, jajajaja...
Mirad, mirad....
Ultima cosilla: de un día para otro están MUCHO más ricos. Para conservarlos podéis ponerlos en una caja hermética, y duran hasta una semana perfectos (si es que duran)....
Espero que os haya gustado esta receta, y que os animeis a hacerla. Y si es el caso, recordad... ¡¡¡mandadme vuestros comentarios y fotos!!!! Me encanta cuando lo hacéis...
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