Lo que peor llevo estando fuera es el no poder estar con mi familia, mis amigas...
Echo mucho de menos esos momentos en los que ríes por tonterías, en los que desconectas totalmente, y te sientes bien porque sí...
Eso es lo que me pasa con una de mis mejores amigas, no hay día en el que haya estado con ella que no hayamos reído, no hay día que no me haya hecho sentir especial, no hay día que no vea algo que no me recuerde a ella... Y hacer este plato, esta receta, lo ha hecho aún más.
La primera vez que comí este plato fue en una barbacoa que hicimos en casa. Se ofreció a llevar este pastel porque es algo que le encanta cocinar, y sabía que nos gustaría a todos... y vaya si acertó, fue lo primero en desaparecer de la mesa. Diría que duró menos de media hora.. y no exagero, ¿eh?
Por ella y para ella, he decidido hoy hacer esta receta, así de una buena forma teníamos una cena especial en casa, y a la vez, le dedicaba este post..
Espero que a vosotros os guste también y os atreváis a reproducirlo en vuestras cocinas, ya veréis que es algo fácil de hacer, y que estoy segura que triunfará tanto como aquel día en mi barbacoa, y hoy, aquí en Reino Unido en la cena.
Ingredientes para 6 personas
-1 kg de patatas
-6 huevos M
-Aceite de girasol para freír
-Lonchas de bacon ahumado
-Lonchas de queso cheddar
-Pizca de sal
Elaboración:
Comenzaremos pelando y picando las patatas, el tamaño que más os guste, a mí me gusta hacerlo a dados de un centímetro aproximadamente, pero como siempre, al gusto de cada uno.
Lavamos bien las patatas y le ponemos una pizca de sal (no mucha, ya que el bacon y el cheddar le dará salazón a la mezcla).
Ponemos en una sartén el aceite de girasol, y cuando esté caliente vamos friendo las patatas en varias rondas. Vamos reservando las que vamos friendo.
*Truco: para que el pastel no quede aceitoso, me gusta escurrir en un colador las patatas ya fritas. Eso hace que suelten el exceso de aceite.
Ahora es el turno de precalentar el horno a 200º arriba y abajo.
Batimos los huevos muy muy bien, hasta que hayan subido un poco de volumen y reservamos.
En un molde de plumcake (el que yo he usado es de 20 cm), vamos poniendo las lonchas de bacon a lo ancho. Y luego ponemos un par a lo largo, hasta que quede totalmente cubierto el molde.
Mezclamos las patatas fritas con los huevos, y ponemos la mitad de la mezcla en el molde del bacon. Ahora extendemos las lonchas de queso hasta cubrir el molde, y ponemos la otra mitad de patata y huevo.
Tapamos el molde con papel de aluminio y horneamos unos 30 minutos.
*Truco: una buena forma de comprobar si está cuajado, es la del palillo (al igual que cuando hacemos un bizcocho). También podéis usar un cuchillo. Como siempre, si sale limpio, es que está listo.
Ya sólo falta dejar reposar fuera del horno unos 5 minutos, desmoldar y comer...
Mirad como queda... ¿a quién no le entran ganas de coger un trozo?
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