Esta receta que os traigo hoy la hice para el reto "Del huerto a la cocina" en el que participo, y escogí no sólo un producto de temporada, sino dos, los pimientos y la caballa.
Lo tomamos como almuerzo, y quedó perfecto. Volveremos a repetir en casa sin duda.
Los pimientos asados siempre me encantaron desde pequeña, mi abuela se encargaba casi todos los findes en preparármelos para que nunca me faltaran... ¡¡¡cómo me mimaba!!! Y ese olorcillo a la parrilla de los pimientos, ¡¡¡cómo me gustaba, y me gusta, me gusta!!!
A pesar de que las conservas de caballa del super vienen en aceite de oliva ó de girasol, en casa ninguna de ellas nos terminaban de convencer. Así que ví la ocasión perfecta de prepararlas yo en casa, ya que por probar no teníamos nada qué perder.. Y ¡¡vaya acierto!! Nada que ver con el sabor de las conservas, mucho más jugoso, y un sabor excepcional, y mucho más teniendo en cuenta que estamos en el mes perfecto para comprar caballa fresca.
Así que paso a detallaros todo lo que necesité y ya veréis como de algo tan simple pudo salir algo tan rico.