miércoles, 22 de octubre de 2014

Ensaimadas mallorquinas

¡¡¡¡Si la última receta fue salada, eso significa que hoy nos toca DULCE!!!!

¡¡¡Y vaya dulce!!! Uno que tenía pendiente desde hace unos años, tras mi visita a una isla preciosa que me enamoró, Mallorca.

Aprovechando que en "Reto 52 weeks" salió Mallorca, no tenía otra mejor excusa que ésta para prepararlas por primera vez.

Fue un exito en casa, opté por realizarlas sin ningún relleno, ya que era la primera vez que las hacía, quería probar su sabor real, tradicional, y sin nada en su interior. Ya que cabía la opción que si queríamos rellenarlas, podríamos hacerlo, simplemente abriéndolas por la mitad y untándole crema de cacao, mermelada, mantequilla, cualquier cosa que nos apeteciera en ese momento.

Yo tengo que decir que la primera que probé me lo tomé sin relleno y su sabor era espectacular, pero al dia siguiente me comí una calentita rellena de Nutella y eso estaba TRE-MEN-DO.

Bueno, no me enrollo más y os paso cantidades y elaboración, ¡¡ya veréis que son fáciles de realizar!!, lo único, como para todas las masas levadas que ya hemos preparado y explicado deciros que es muy importante que las hagáis con paciencia, y esperando sus tiempos de fermentación correctamente.

-Ingredientes para 8 ensaimadas grandecitas
450 gr de harina de trigo
Pizca de sal
145 ml de agua mineral
10 gr de levadura fresca
4 cucharadas colmadas de aceite de oliva virgen extra
2 huevos
80 gr de azúcar
80 gr de manteca de cerdo
-Elaboración:
Primero ponemos en un bol 150 gr de harina, la levadura que la ligaremos a la harina, y a continuación el agua. Removemos bien con una cuchara de madera hasta que los ingredientes estén totalmente integrados y lo taparemos con un trapo húmedo durante al menos 1 hora. 

La mezcla debe doblar su volumen. 

Cuando haya pasado ese tiempo, cogemos el bol, añadimos una pizca de sal, removemos, el azúcar, removemos, los huevos (previamente batidos) y volvemos a remover.

Será el momento de ir añadiendo el resto de la harina (300 gr) poco a poco, intercalando con las cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Deberemos conseguir una masa muy fina y elástica. Nos costará unos 15 minutos al menos amasando poco a poco.

Si véis que la masa se vuelve un poco rebelde, la dejáis reposar unos 5 minutos, y tras ese reposo seguís amasando, veréis cómo la masa se irá relajando e irá mejorando minuto tras minuto.

Ya amasada correctamente, dejamos un reposo de 15 minutos.

Tras el reposo, cortamos la masa en 8 porciones (intentaremos que salgan todas similares de tamaño, pesarán cada una poco menos de 100 gr)

Iremos cogiendo cada porción y estirando con el rodillo, con paciencia. Debe quedar muy muy fino, casi transparente. Untaremos la masa con 10 gr de manteca, y la vamos enrollando sobre sí misma. Tendremos que ir apretando la masa según vamos enrollando. 

Formamos una espiral sobre papel de horno, dejando un espacio entre ellas, ya que deberán de volver a crecer bastante. No cerrar totalmente la espiral, ya que crecerá por todos lados por igual.

Así vamos haciendo una tras una, hasta acabar con todas.

Cuando las tengamos todas, taparemos con un trapo húmedo y dejaremos levar al menos 2 horas. Deberán duplicar su tamaño, ó incluso un poco más.

Precalentamos el horno pasadas estas dos horas a 200º, ya listo, metemos las ensaimadas pinceladas en agua y dejaremos horneando unos 20 minutos. Ya veréis cómo metidas en el horno crecerán aún más.

Sacadas del horno, pulverizar con azúcar glass, y a disfrutarlas sin miedo.. 
Muy muy ricas templaditas también...




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